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El Arco: Maravilla natural en Los Cabos

Arco rocoso en Los Cabos.
Arco rocoso en Los Cabos.

En Baja California Sur, el máximo atractivo natural es el monumental Arco, punto de unión del Mar de Cortés y el Océano Pacífico: es el principio y final de la península. Este Arco es una formación rocosa reconocida como el símbolo que identifica a Los Cabos. Es una obra extraordinaria, creada como un hueco entre la roca y la forma estilizada de un arco, quizá surgida de los cataclismos tectónicos ancestrales. Es una aventura conocer de cerca esta escultura pétrea, pasar a su lado, navegar entre sus pilares o caminar bajo su techo. Sus rugosas paredes lucen formas curiosas y cambiantes, según la imaginación, donde sólo es necesario mirar de diferentes ángulos, pues desde las aguas del Pacífico, el Arco semeja un dinosaurio que bebe agua del mar.

Los Cabos rocas en el Arco.
Los Cabos rocas en el Arco.
Arco en Cabo San Lucas, BCS.
Arco en Cabo San Lucas, BCS.

Visitar este Arco representa una experiencia y requiere realizar un corto viaje en lancha, donde un guía explica los detalles de cada saliente, cueva o forma rocosa. Durante el recorrido de 1 hora, es posible admirar diversas aves como fragatas, gaviotas, y pelícanos que han colonizado su propio islote llamado la “Roca de los Pelícanos”. Pocos cientos de metros adelante, varios lobos marinos reposan o compiten por hembras sobre rocas bañadas por el oleaje. Enfrente, destaca el Dedo de Neptuno, una roca alargada que apunta al cielo, con la forma estilizada de la península. Abajo, las aguas transparentes de tonos verdes y azules, son ideales para bucear y admirar arrecifes y peces coloridos. Y en la base montañosa está la Cueva de San Andrés, denominada así por los guías, quienes aseguran “…entran dos y salen tres”.

La región, tiene agradable clima cálido con más de 340 días soleados; es una tierra mágica, considerada entre los destinos turísticos más exitosos de México, porque cuenta con bellos paisajes en el árido desierto, la silueta de los cactus y el perfil de las distantes montañas, que contrastan con el intenso azul del cielo y el esmeralda del mar; en este espacio adornado por promontorios rocosos que crean majestuosos atractivos, todo remata en una formación espectacular: el Arco de Los Cabos, una escultura natural pétrea, labrada por la fuerza intemporal del viento, el agua, la erosión y la intemperie.