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Tequila, Tapalpa y Mazamitla: Mágicos Pueblos

Jalisco, tierra de la tradicional fiesta charra, el mariachi y el tequila. Su capital Guadalajara, llamada la “Perla de Occidente” luce una arquitectura monumental como el templo de Santa María de Gracia, el conjunto San Francisco, la capilla Aranzazu, y la imponente Catedral rodeada por cuatro plazas: la de Los Laureles, La Rotonda de los Hombres Ilustres, la de La Liberación y La Plaza de Armas; con antiguos edificios como el Palacio de la Audiencia hoy Palacio de Gobierno, Palacio Legislativo, Hospicio Cabañas y el teatro Degollado.

Campo agavero de Tequilana weber, Jalisco.
Campo agavero de Tequilana weber, Jalisco.

A 60 km de Guadalajara está Tequila, el pueblo mágico productor del famoso tequila; lo rodean azulados cerros que forman el “Paisaje Agavero”, un ambiente único declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2006. En Tequila “Lugar en que se corta o lugar de tributos”, sus calles son estrechas y adornadas por leyendas y tradiciones, con su templo del siglo XVII dedicado a Santiago Apóstol. Para admirar la región existe el tren Tequila Express, que desde 1977 viaja de Guadalajara a Tequila. Destaca el tradicional Museo Nacional del Tequila que exhibe el proceso de elaboración del tequila desde tiempos prehispánicos; el Museo Javier Sauza Mora, y la cercana hacienda La Cofradía productora de buen tequila. En las calles abundan talleres talabarteros y artículos de piel; también se puede disfrutar de la cocina jalisciense, como birria, pozole, tortas ahogadas, enchiladas y mariscos, acompañado con un tequila blanco, joven, reposado o añejo, según el gusto.

Sierra por Mascota y Talpa, Jalisco.
Sierra por Mascota y Talpa, Jalisco.

Emplazado en la Sierra Madre Occidental a 133 km de Guadalajara está Tapalpa, es una tierra colorida, entre bosques de encinos y pinos, con arroyos y formaciones rocosas. Este Pueblo tiene bellas calles empedradas y casonas de techos de teja roja, y tradicionales Pilas comunales. Sobresale la Parroquia de San Antonio, de estilo neoclásico que semeja una fortaleza sobre la ladera. Atrás está la antigua capilla La Purísima, edificada alrededor del año 1555, con llamativa cúpula de estilo barroco. Cuenta con miradores y sitios para el turismo de naturaleza, ciclismo de montaña, escalda en roca y paseos a caballo. Sus mayores atractivos son Las Piedrotas o Valle de los Enigmas, con enormes rocas. En los bosques cercanos hay cabañas de madera, una cascada de 102 m de altura y una presa para navegar y pescar. Para traer de recuerdo, hay artesanías de madera y muebles, piezas de lana como jorongos, cobijas y morrales, y se puede comer borrego al pastor, tamales de acelgas, enchiladas dulces, queso, jamoncillo, pegoste, cajeta o unos borrachitos.

Iglesia en centro de Tequila, Jal.
Iglesia en centro de Tequila, Jal.

Este paraíso natural, Mazamitla, se ubica a 122 km de Guadalajara, entre la niebla y rodeada por árboles frutales, pinos y encinos; es una joya alpina de calles empedradas y casas blancas con techos rojos; su ícono arquitectónico es la Parroquia de San Cristóbal de estilo ecléctico con influencia oriental. Mazamitla proviene del náhuatl “lugar donde se cazan los venados con flechas”, y sobresale por sus hermosas vistas panorámicas como el Tabardillo, que permite admirar el pueblo y la Sierra del Tigre. Para entrar en contacto con la naturaleza está el Cerro del Tigre, con mirador desde el que se aprecia parte de Michoacán y poblados del lago de Chapala. Posee sitios para realizar deportes de aventura, y cabañas estilo alpino en Los Cazos, con el Jardín Encantado, arroyos, puentes, quioscos, y la cascada El Salto de 35 m. Todo se puede disfrutar en bicicleta de montaña, paseos a caballo, tranvías turísticos y senderismo; entre la comida está el caldo de tres carnes, birria, mole de olla, ponche de frutas, atole de aguamiel, y los pellizcos de durazno.

Anécdota OVNI. Hace más de una década, un día de marzo, viajaba de Guadalajara a Talpa de Allende, y como 50 km antes, está el pueblo de Atenguillo; cerca de ahí, junto a la carretera corre un arroyo frente a un gran cerro, y paramos en un mirador para descansar y ver el paisaje. Eran casi las 10 de la mañana, cuando al bajar del auto, volteo hacia el río y descubro justo enfrente, a unos 70 metros de distancia, que en el aire quizá a 25 metros del suelo flotaba un aparato del tamaño de un carro, de entre 6 y 8 metros, era de color azul y forma ovoide, con ventanillas cuadradas en el costado. Estuvo quieto varios segundos, mientras todos lo miramos, papás, tíos y otra familia, unas 10 personas. De pronto empezó a avanzar sobre el curso del agua. Al principio pensé que alguien lo manejaba a control remoto, busqué por todos lados, pero estábamos solo nosotros. Sin hacer ruido, siguió por la cañada hasta que se perdió de vista a unos 150 metros. Estamos seguros que no era un globo, ni avión o algo conocido; para todos era un OVNI. No lo grabamos ni tomamos fotos, pues aun no existía la fiebre del celular… Raúl R. Tovar.