Azul Natour

Petroglifos: Tesoros del Desierto Sonorense

El centro y noroeste de Sonora, es un hábitat con enorme diversidad ecológica, donde las cactáceas y matorrales suman decenas de especies que dominan extensos paisajes semidesérticos. Este horno natural cambia con las lluvias que tornan el ambiente en un vergel, las plantas germinan, florecen, fructifican rápido y traen vida a la fauna como aves, liebres, zorros, jabalíes, y cientos de otras especies adaptadas a estas condiciones. Aquí se encuentra Caborca, la Perla del Desierto, rodeada por paisajes semiáridos y montañas, famosa por su carne asada, la calidez de su gente y sus petroglifos. En este territorio habitado desde hace miles de años por los Hohocam (Pápagos), es uno de los sitios donde se han encontrado las mayores concentraciones de Petroglifos.

El astronauta. Petroglifos en Caborca, Son.
El astronauta. Petroglifos en Caborca, Son.

Aquí existen más de 200 sitios ideales para admirar petrograbados, aunque los más visitados por su cercanía y acceso son los del cerro “San José”, en el conjunto rocoso conocido como La Proveedora del ejido La Calera. En una roca oscura desmenuzada de un cerro, está la Piedra del Chaman cubierta de animales, grecas, cazadores y personas estilizadas, que quizá celebran una cacería o la ceremonia de la siembra. Este arte en piedra luce disperso con sus grabados eternos en otros sitios importantes como El Mójoqui, Lista Blanca, potrero de Balderrama, rancho La cueva, Sierra del Álamo, Cerro El Nazareno, El Antimonio, Sierra La Basura, Sierra La Gamuza, Santa Felícitas, y otros menos conocidos; además, se recorre la Ruta de las Misiones.

Petroglifo Astronauta en Caborca, Sonora.
Petroglifo Astronauta en Caborca, Sonora.

Los grabados en las rocas representan figuras geométricas y antropomorfas, animales como venados, coyotes, garzas, grecas, laberintos, cuerpos celestes, símbolos acuáticos, un calendario solar y otros dibujos extraños. Incluso algunos visitantes creen ver imágenes de astronautas labrados en estas rocas. Pueden ser expresiones artísticas, rituales o ceremoniales, rutas recorridas, relatos de cacerías, plantas y animales, nombres tribus, calendarios, cambios de estación y clima, o sólo arte. Se cree los hicieron ancestros de los actuales habitantes o Gente del Desierto. Las antiguas culturas Mogollón, Anasazi y Hohokam, usaron una amplia red de caminos para el intercambio comercial, cultural y social. Cambiaban cerámica, canastas, maíz, sal, conchas, turquesas y técnicas o conocimientos agrícolas. Se han encontrado tozos de metates, hachas, ollas de color rojo, café y púrpura y herramientas de piedra.

Panorámica Petroglifo el Astronauta. Sonora.
Panorámica Petroglifo el Astronauta. Sonora.

Un extraño atractivo son terrazas de rocas acomodadas como muros, llamados “Trincheras”; huellas de los nómadas que viajaban constantemente al mar, donde colectaban pescado, conchas y sal, y oraban para que el viento trajera las lluvias. En Hermosillo, Caborca y Magdalena de Kino, maravilla su semidesierto adornado por enormes sahuaros; ver la región en primavera y verano, cuando el ambiente luce colores blancos, rosas y amarillos, por la floración del palo verde, mezquite, palo fierro y sahuaro, distintivos del noroeste mexicano. Aquí abundan vestigios desconocidos de culturas extintas y paisajes espectaculares. Es una región con pueblos que conservan las tradiciones de antaño, la calidez y hospitalidad que caracteriza al sonorense, lo que conjuga el encanto del pasado con la realidad del presente.